20 diciembre 2005

Verano en el sur



Desde que era pequeño he pasado gran parte del verano en el sur. Y cuando estás acostumbrado a que llueva todo el año, al frío y al color gris del cielo la explosión de luz y calor del sur queda grabada en tu memoria para siempre. Lagartijas y chicharras. Siesta y dormir en la terraza. Horchata de chufa. Playa. Tus primeras juergas. Bañarte vestido en la piscina. Amigos de verano. Mercadillos. El patio y tomar el fresco con las vecinas.

Y además está el viaje al sur! La Meseta y la cortina de grelos. Cacabelos y la Moncloa. Hojaldres de Astorga. Urueña y la curva en que casi nos la pegamos. Pasar de largo Madrid. Aprender a tirarse de cabeza en un motel cerca del Cerro de los Ángeles. Tobarra. Comer un bocata con un calor de morirse y con hormigas gigantes por el suelo. Echar la pota nada más salir. Preguntar a mi padre ¿cuanto falta?. Más horchata, ahora en los Jardines de Aranjuez. La Arrixaca y Nonduermas.

Y supongo que mucho de lo que supuso entonces el sur sigue siendo ahora muy importante. Mi idea de los veranos sigue muy ligada a esos viajes y a esos días. Pero supongo que volveré a hablar de esto más adelante. A lo mejor este blog acaba siendo un resumen de mil y un viajes. Realizados o por realizar.